La pandemia de COVID-19, con sus medidas de aislamiento, protección y distanciamiento social “ha provocado una disminución de la patología infecciosa pediátrica no relacionada con el coronavirus. Se ha evidenciado una disminución de notificaciones de infecciones graves, entre ellas, también las causadas por el meningococo. La dificultad para una atención presencial, sobre todo, durante los primeros meses de pandemia, ha podido afectar al cumplimiento íntegro de los programas de vacunación”. Así ha manifestado Iker Gangoiti Goikoetxea, médico del servicio de Urgencias de Pediatría del vizcaíno Hospital Universitario Cruces, durante la celebración de la jornada digital ‘¿Tienes bien vacunado a tu hijo después de la pandemia?’, organizada por el Colegio de Enfermería de Bizkaia.
Tal y como ha señalado el experto, “la relajación de las medidas actuales, provocará, sin ninguna duda, un aumento de la carga asistencial en centros de salud y servicios de urgencias, debido al aumento de enfermedades tanto virales como bacterianas”. El Dr. Gangoiti ha recalcado que “disponer de la mejor protección frente a enfermedades potencialmente letales debe de ser una de las prioridades de la atención al paciente pediátrico”.
El meningococo es una de las bacterias que más infecciones severas provoca, entre ellas, la meningitis, con una letalidad muy importante. “Son enfermedades de curso muy rápido, que habitualmente las padecen pacientes aparentemente sanos y son capaces de provocar secuelas importantes y permanentes. La instauración de diferentes vacunas en las dos últimas décadas contra varios serogrupos ha ayudado a lograr una disminución global muy importante de esta enfermedad”, ha concluido el especialista.
Las vacunas salvan vidas y son necesarias
Por su parte, María Jesús Cabero Pérez, jefa de servicio de Pediatría del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander ha sido la encargada de la primera ponencia. Cabezo ha puesto de manifiesto que tiene “el convencimiento de que la mejor medicina y el mejor regalo para nuestros niños es la correcta vacunación. Es una decisión que salva vidas y que salva de la discapacidad que generaban determinadas enfermedades infecciosas en los niños. Gracias a las vacunas, muchos profesionales sanitarios jóvenes no conocen enfermedades infecciosas que antes eran muy prevalentes. Y lo que es mejor, ni los niños ni sus padres las sufren. Es la mejor herramienta de Salud Pública que tenemos, ya que proporciona una doble protección, grupal e individual y hoy son más necesarias que nunca”.
Asimismo, ha abogado por “revisar individualmente los calendarios y recomendar y administrar las vacunas disponibles independientemente de la financiación”. La experta ha hecho igualmente un llamamiento para el aumento de la inversión en vacunas.
La meningitis es una enfermedad devastadora
Yolanda Vélaz Muñoz, enfermera pediátrica y del trabajo, además de poseedora del Premio Comunicación y Salud 2.0, ha recalcado durante la jornada “la importancia de hacer un abordaje global de la meningitis, donde hay cinco serogrupos que son los que provocan la mayoría de casos de enfermedad meningocócica invasiva, como son los subtipos A, B, C, W e Y”.
Según ha valorado la enfermera, “la meningitis es una enfermedad terrible, temible y devastadora donde hay que tener en cuenta la gravedad, no sólo el número de casos. Afortunadamente, frente a ella tenemos en la actualidad dos vacunas en el mercado que cubren los cinco serogrupos citados anteriormente”.
Recuperar las dosis
La jornada digital, que se ha podido seguir a través del portal web del Colegio de Enfermería de Bizkaia ha contado con María Asunción Ibarra Cárcamo, enfermera y miembro del Consejo Asesor de Vacunaciones de Euskadi, como moderadora.
Con motivo de la jornada, ha indicado que “la prioridad es mantener a los niños siempre adecuadamente vacunados y recuperar las dosis no administradas, si hubiera que hacerlo, de todas las vacunas oficiales. Entendiendo como vacunas oficiales, tanto las incluidas en el calendario infantil como las no financiadas por la sanidad pública”.
La enfermedad meningocócica invasiva es una enfermedad grave, pero es una enfermedad que se puede prevenir con vacunación y desde edades muy tempranas.
María Asunción Ibarra ha concluido afirmando que “todas las personas tienen derecho a recibir información de los cambios epidemiológicos y de las vacunas actualmente disponibles para evitar la enfermedad. Como sanitarios tenemos el deber de informar, para que los padres tengan la oportunidad de decidir y poder tomar la decisión de prevenir con la vacunación de este tipo de enfermedades graves”.