España vuelve a suspender en enfermería escolar y cuenta con una enfermera por cada 6.685 alumnos, lo que mejora un 30 % los datos del año anterior cuando se contabilizaba una enfermera por cada 8.497 alumnos.
Así lo recogen los datos obtenidos por el Observatorio de Enfermería Escolar del Consejo General de Enfermería (CGE), con la colaboración de la Asociación Nacional e Internacional de Enfermería Escolar (AMECE), Asociación Científica Española de Enfermería y Salud Escolar (ACEESE) y el Instituto de Investigación Enfermera del CGE.
“Los resultados son mejores que los presentados el año pasado, pero siguen siendo alarmantes. Estamos muy lejos de las recomendaciones de la Asociación Americana de Enfermeras Escolares (NASH), la Asociación Internacional de Enfermeras Escolares (SNI) y la International Association of School Nurses & Health Promotion (ISNA): una enfermera por cada 750 alumnos y una por cada 350 en aquellas escuelas de educación especial”, resaltó Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería.
Convivencia de dos modelos
A pesar de las advertencias del Consejo General de Enfermería (CGE), las asociaciones de pacientes y sociedades científicas enfermeras escolares, las desigualdades entre comunidades autónomas son notables. Castilla-La Mancha, por ejemplo, cuenta con 22 enfermeras escolares para 363.126 alumnos, Asturias 1 para 133.837 o Navarra 9 para 117.871. “Además de que son enfermeras insuficientes, en algunas comunidades sólo reflejan las que están en centros de educación especial y en otras nos encontramos que conviven distintos modelos de atención que no aportan el mismo valor ni cubren las mismas necesidades detectadas” expuso Guadalupe Fontán, coordinadora del Instituto de Investigación Enfermera del CGE.
Tan solo Madrid presenta una cifra de enfermeras fijas en los centros que se acerca a los estándares internacionales, con 1.000 enfermeras en toda la Comunidad, lo que arroja una ratio de una enfermera por cada 1.247 alumnos.
Por su parte, Natividad López, presidenta de AMECE, criticó la falta de voluntad política en este asunto. “Cada vez hay más demanda por parte de las familias y un aumento de determinadas enfermedades, incluidas las de salud mental. Esto no es más que una falta de voluntad de los responsables a nivel estatal y autonómico para favorecer esta implantación. En países de nuestro entorno y en otros continentes, es un perfil profesional regulado e imprescindible”, puntualizó.
En esta misma línea se expresó Engràcia Soler, presidenta de ACEESE: “Aunque existe una demanda por parte del profesorado y de las familias, a nivel político no se han tomado medidas para implantar la figura. La enfermera juega un papel importantísimo y es necesaria para garantizar el derecho de todos los alumnos al acceso a la educación porque existen alumnos que por determinadas patologías tienen dificultades para asistir siempre”.
Estudio de necesidades
Durante la rueda de prensa, también se presentaron los resultados de un estudio que evalúa la necesidad de instaurar esta figura desde la perspectiva de los directores de centros educativos, padres, madres y de las propias enfermeras escolares en el que se pone de manifiesto la situación en los centros que han participado, modelos existentes, condiciones laborales, así como las actividades que realizan y que mejoran la calidad de vida no sólo de los menores en particular sino de la comunidad educativa y de las familias en general desde el punto de vista de los participantes en el estudio.